Conocer la plataforma. Antes de iniciar la entrevista es muy importante revisar la plataforma, el software o la app que utiliza el reclutador para la entrevista online. Habitualmente, la empresa envía una convocatoria vía email. Tras recibir el mensaje, el candidato debe asegurarse de tener instalada dicha aplicación y de conocer su funcionamiento. Es preferible utilizar un ordenador o una tablet para la entrevista, ya que los teléfonos móviles pueden recibir llamadas durante la sesión e interrumpir la reunión. Anticiparse es la clave del éxito, por lo que es recomendable contar con dos dispositivos para realizar la entrevista en previsión de que uno de los dos pueda fallar.
Pruebas técnicas: La entrevista en vídeo demuestra tanto el interés por el puesto como las habilidades tecnológicas del candidato, por eso, es esencial comprobar el funcionamiento del software y los dispositivos. Para realizar la entrevista sin contratiempos hay que revisar: la conexión a la red, el control del volumen, la cámara y el micrófono.
Identificarse en la plataforma: Las plataformas de videoconferencia suelen pedir un registro la primera vez que se inician en el que solicitan un nombre de usuario. “Se trata de una entrevista profesional, por lo que el candidato debe utilizar el nombre y el apellido como usuario y sobre todo debe evitar alias o apodos, ya que ello dificulta su identificación y en algunas ocasiones resta seriedad”
Entorno: La videollamada es una simulación de las entrevistas presenciales, por lo tanto, la idea es crear un espacio de aspecto profesional, elegir un fondo neutro, como una pared blanca y evitar decorados muy llamativos o detalles que puedan dar una primera imagen del candidato poco adecuada.
Practicar y ensayar la entrevista: La empresa que automatiza la captación de talento recomienda a sus candidatos ensayar e incluso grabarse previamente para aprender a desenvolverse ante la cámara. A través de la grabación pueden comprobar el tono de voz, la intensidad del mensaje y el lenguaje corporal para sentirse más seguros a la hora de hacer la entrevista.
Corregir la posición frente a la cámara. Al realizar la entrevista frente a un ordenador se tiende a mirar a la pantalla en lugar de a la cámara, lo adecuado es subir ligeramente la mirada y dirigirla a la webcam. De esta manera, se consigue replicar con mayor exactitud una entrevista presencial en la que los participantes se mirarían directamente a los ojos.
La puntualidad. No hay excusas para llegar tarde a la entrevista sea presencial o virtual. Cuidar la puntualidad es clave y será suficiente con conectarse cinco minutos antes de la entrevista y comprobar que todo funciona correctamente. El hecho de llegar unos minutos antes y tener todo preparado ayuda a estar más relajado y confiado.
Tener un currículum a mano. Los reclutadores pueden hacer preguntas concretas sobre la trayectoria profesional. Tener un CV al lado permite al candidato ser rápido y preciso en las respuestas sobre su formación, sus competencias y funciones en puestos anteriores. Los especialistas en RRHH aconsejan preparar un guion con posibles respuestas, pues permite al candidato controlar mejor la situación y sentirse más seguro.
Cuidar la apariencia física. Una entrevista online tiene la misma importancia que una presencial. Se recomienda que la vestimenta utilizada tenga colores neutros y poco arriesgados, pues funcionan mejor ante la cámara porque ésta capta la luz de otro modo y la imagen puede salir distorsionada y con peor apariencia.
Mostrarse natural y tranquilo. Aunque siempre es conveniente prestar atención a nuestra imagen, a cómo hablamos y al lenguaje corporal (cómo nos sentamos, hacia dónde miramos, dónde ponemos las manos…), no hay que fingir ser otra persona, ya que el entrevistador se dará cuenta. Una entrevista le sirve al reclutador para saber si es la persona más idónea para el puesto, por lo que querrán saber no sólo cuáles son sus conocimientos y habilidades, sino también cómo son los candidatos y cómo se desenvuelven.
Fuente: valientesemprendedores.es
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